sábado, 31 de agosto de 2013

Mi latir te pertenece.

Como ya te dije antes, me enamoré, y no de ti, sino de tus virtudes, de tu mirada, de tus labios, de esa alegría que me invade cuando escucho tu voz.
Me enamoré de pensar en cual sería nuestra reacción en el aeropuerto me enamore de tus defectos, de cuando te pones "estúpida".
Me enamoré de cuando me pones ojitos para decir "1, 2, 3"  al poner Bleach, puesto que así vamos sincronizadas,  porque te da vergüenza.
Me enamoré de esa voz de niña pequeña que pones cuando te vuelves tímida. Me enamoré de tu cuello, al que me gustaría abrazar sin fin.
Me enamoré de tu olor sin haberte olido, de tus manos sin haberlas tocado, de tu pelo sin haberlo acariciado y de tu cuerpo sin haberlo besado.
Me enamoré de ese poema, en el que sólo salen tus labios, de esas canciones.
Me enamoro más aún cuando, al decirte algo tierno, te conviertes en un tomate Cherry y te vuelves chiquitita, bajando la silla, para que no te pueda ver. Cuando me obligas a dormir. Que, aunque sienta que no tengo sueño en absoluto, caigo rendida al tocar la cama.
Tu sonrisa nerviosa e incontrolada, me enamora.
Ver como te muerdes el labio al estar concentrada, sin darte cuenta, como juegas con tu pelo.
El simple hecho de mirarte, observarte... También.
Ya te dije, no estoy enamorada de ti. Aunque suene extraño, estoy enamorada de todo lo que eres, de como soy cuando me hablas. De lo que me haces sentir. Estoy enamorada de esta felicidad que nos hace llorar.
Me conoces tanto en tan poco tiempo que, a veces, siento miedo.
Sé que siempre te estoy repitiendo que no lo sientas, que todo saldrá bien. Pero en mí es inevitable.

Es inevitable pensar en, si un día, me vieses cabreada, cegada por la cólera, huirías de mí.
Siempre me dices que soy perfecta, cosa que no es así. Soy humana, tengo mis fallos, pero el hecho de estar a tu lado me hace ser más fuerte, querer ser mejor persona para ti. No quiero esforzarme en hacerte feliz, porque entonces sería una felicidad falsa. Quiero que me veas tal y como soy, y soy yo.

Esta persona que te escribe detrás de la pantalla todos los días, la que te repite que no tengas miedo (aunque esté terriblemente cagada), esta persona que no acepta tus cumplidos porque piensa que todos los cumplidos del mundo deberían dirigirse a ti,  la misma persona que te dice una y otra vez lo preciosa que eres. Esta persona te ama con todo su corazón.

Mientras estés a mi lado (y si no también) haré lo imposible por tu felicidad, para que te sientas bien. Para que nunca más te de ansiedad, para que nunca más sufras.

Porque ya has vivido suficiente, ahora te toca ver el lado bueno de las cosas.
Si no sabes, yo te enseñaré como hacerlo. Como de una lágrima puede salir una sonrisa.

Porque te amo, porque eres lo más apreciado que tengo en mi vida.
porque soy tuya, y tú mía.

Mi latir te pertenece, May.